¿Sabías que recuperar una deuda o un activo no siempre depende de la ley, sino de la picardía del abogado?
Imagínate esta escena: un barco mercante cargado hasta arriba de contenedores en el Puerto de Valencia. Dentro, escondida en uno de esos contenedores, una máquina desmontada de mi cliente (financiera) valorada en más de un millón de euros.
¿El problema?
Estaba a punto de zarpar rumbo a otro país, y si no actuábamos rápido, sería imposible recuperarla.
Lo fácil habría sido seguir el procedimiento estándar: comunicarlo al juzgado y esperar.
Pero eso habría tardado semanas, y para entonces el barco ya estaría en alta mar.
Así que optamos por una estrategia arriesgada.
Volamos a Valencia al amanecer, presentamos una denuncia urgente en Fiscalía, conseguimos que se movilizara a la Guardia Civil y paralizamos el barco en el último momento.
Fue como una escena de película: entramos al puerto con la Guardia Civil, localizamos los contenedores y recuperamos el equipo.
¿El resultado?
Mi cliente recuperó su máquina en tiempo récord, mientras otras financieras que siguieron el procedimiento habitual, siguen buscando aún sus activos.
Y todo gracias a una combinación de derecho mercantil, concursal y penal, pero sobre todo, a la estrategia y la picardía.
¿Y sabes qué tiene en común esta historia con tu empresa?
Que a veces, para recuperar lo que es tuyo, la diferencia entre éxito y fracaso está en quién te defiende.
¿Quieres saber cómo proteger tus activos o recuperar lo que te deben?
Escríbeme y te cuento cómo lo hacemos.